Lenguaje de los Senderos

Los senderos son una herencia.Hay que acordarnos que en mesoamérica como en muchos sitios por todo el mundo los senderos eran los medios de comunicación y transporte más utilizados, sobre todo porque en México no existía desarrollo de la rueda ni animales de tiro previo a la colonia. (para uso de transporte)

Es por esto que cada que entramos a un sendero nos encontramos con una serie de historias, pueden ser muy antiguas o recientes. Los senderos o veredas son trazados por el paso continuo de personas y animales, estos siguen las curvas de nivel y la línea del menor esfuerzo, como resultado, dan un recorrido orgánico y a escala humana, muy bello.

Cada sendero cuenta una historia, puede ser comunicación entre poblados, rutas mercantiles, rutas a sitios de adoración, control de fronteras, rutas para aprovechamiento de recursos naturales, etc. Estos senderos han sido trazados por generaciones y ahora que la gran mayoría de la población vive en ciudades, estos se están perdiendo. Es importante protegerlos como si de monumentos se tratara y ser agradecidos con nuestros antepasados que nos dejaron una red increíble de comunicación y conexión.

El corredor de montaña normalmente entra en contacto con estos espacios y como tal cae en nuestros pies la oportunidad de hablar por los senderos, respetarlos, a ellos y a sus usuarios, gente local, para ello antes de hacer uso de un sendero siempre hay que pedir permiso (a la naturaleza y a los locales).Entrar a casa de alguien más sin pedir permiso es considerado un falta de respeto, entrar a un lugar natural es lo mismo.

Los senderos transmiten un lenguaje particular que es el de la estigmergia,ésta es un mecanismo de coordinación espontánea, indirecta entre agentes o acciones, que normalmente produce resultados fascinantes. Así como las hormigas y termitas se organizan y crean redes, o como las abejas crean panales, de la misma manera se construyen la gran mayoría de senderos.

Tenemos una silenciosa fuente de riqueza en los senderos que nos da oportunidad de disfrutarlas, así que: ¡a salir y a gozar de la vida!